La Universidad Adolfo Ibáñez y la Agencia de Sostenibilidad Energética firmaron un convenio marco para fortalecer la planificación energética territorial en comunas y regiones del país. El acuerdo integra análisis territorial, generación de capacidades y apoyo técnico para la toma de decisiones locales.
La iniciativa busca reducir brechas entre territorios, considerando las diferencias en capacidades técnicas, acceso a información y planificación energética. Ambas instituciones apuestan por una colaboración activa entre academia y sector público.
Chile ha registrado avances relevantes en desarrollo sostenible, aunque persisten desafíos a nivel regional y comunal. La falta de articulación entre actores limita la implementación de políticas energéticas con impacto local.
En este contexto, el trabajo conjunto entre el Centro de Inteligencia Territorial de la Universidad Adolfo Ibáñez y la Agencia SE se inició en abril de este año. Esta colaboración se consolida ahora con un marco institucional formal.
La directora ejecutiva de la Agencia de Sostenibilidad Energética, Rosa Riquelme, destacó el valor del convenio para fortalecer la toma de decisiones. Señaló que la alianza permitirá generar información de calidad para el desarrollo local basado en evidencia.
Desde la Universidad Adolfo Ibáñez, el director del Centro de Inteligencia Territorial, Luis Valenzuela, valoró la complementariedad del acuerdo. Resaltó la relevancia de vincular conocimiento académico con la implementación de políticas públicas energéticas.
El convenio establece un marco amplio y no exclusivo para desarrollar proyectos de interés común. Considera la creación de capacidades locales, el intercambio de información y la elaboración de estudios aplicados.
Planificación energética
Además, contempla el desarrollo de metodologías y espacios de aprendizaje colaborativo orientados a la gestión energética local. El acuerdo no incluye transferencia de recursos y tendrá una duración indefinida.
Entre los compromisos asumidos, ambas entidades coordinarán planes de trabajo específicos. Estos planes promoverán el desarrollo territorial sostenible, resiliente y descentralizado.
La planificación energética territorial se consolida así como una herramienta clave para mejorar la gestión local. El enfoque permitirá integrar datos, capacidades técnicas y conocimiento del territorio en decisiones estratégicas.

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