
En la minería y la construcción, el monitoreo de calidad del aire es hoy una herramienta esencial para proteger la salud de los trabajadores y las comunidades cercanas. La presencia de material particulado, especialmente polvo en suspensión, genera riesgos respiratorios, molestias y un deterioro en la calidad de vida de las zonas aledañas.
Estas emisiones provienen del tránsito de maquinaria pesada, movimientos de tierra y procesos productivos que, sin control adecuado, afectan la sostenibilidad ambiental. En áreas mineras, la preocupación aumenta por las concentraciones de arsénico en el aire, sobre todo cerca de fundiciones de cobre.
Frente a este escenario, equipos como el DustMate, desarrollado por Turnkey Instruments, han tomado protagonismo. Este dispositivo portátil permite medir en tiempo real partículas TSP, MP10, MP2.5 y MP1 en entornos abiertos, así como fracciones inhalables, torácicas y respirables en lugares de trabajo.
Su precisión facilita evaluar la eficacia de medidas de control como riego de caminos, uso de supresores de polvo y regulación de velocidad vehicular. Según Carlos Saul, representante de AyT Grupo, el DustMate se ha convertido en la herramienta más utilizada en Chile por empresas mineras y constructoras que buscan cumplir con estándares ambientales exigentes.
Más allá del cumplimiento normativo, el monitoreo de calidad del aire fortalece la transparencia y la confianza con las comunidades. En un contexto de mayor fiscalización pública y regulatoria, esta tecnología se consolida como una exigencia técnica y ética para operaciones responsables.
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