
El proyecto Salares Altoandinos, impulsado por ENAMI y Rio Tinto, considera una inversión estimada de US$ 3.000 millones.
Esta iniciativa marca un hito clave en la Estrategia Nacional del Litio de Chile y se proyecta como una fuente crítica para la transición energética global.
“El interés internacional en invertir en Chile se materializa en este acuerdo con Rio Tinto”, señaló Iván Mlynarz, vicepresidente ejecutivo de ENAMI.
“Esta alianza público-privada da garantías para ejecutar un proyecto con altos estándares ambientales, con respeto a las comunidades y en beneficio de la Región de Atacama y del país en su conjunto”, sostuvo Mlynarz.
Jakob Stausholm, CEO de Rio Tinto, afirmó: “Este proyecto tiene el potencial de convertirse en un yacimiento de clase mundial que apoye la transición energética global.
“Agradecemos la oportunidad de fortalecer nuestra asociación con ENAMI, sobre la base de nuestros intereses en Nuevo Cobre y el Salar de Maricunga, y de apoyar el posicionamiento de Chile como uno de los principales productores mundiales de minerales críticos”, indicó Stausholm.
Ubicado en los salares Aguilar, La Isla y Grande, este proyecto cuenta con más de 15 millones de toneladas de litio equivalente (LCE). Se estima que podría alcanzar una producción anual de 75.000 toneladas de LCE, utilizando tecnología de Extracción Directa de Litio (EDL), que reduce la huella ambiental.
Aportes del proyecto
Rio Tinto aportará cerca de US$ 425 millones en efectivo, estudios y tecnología, incluyendo el uso de su planta demostrativa en Argentina y su tecnología EDL. Además, financiará íntegramente la etapa de prefactibilidad.
ENAMI mantendrá una participación del 49% en la propiedad, asegurando gobernanza compartida. El directorio del proyecto estará compuesto por representantes de ambas entidades.
Se estima que el proyecto generará más de US$ 15.000 millones en su ciclo de vida. Los beneficios incluyen aportes fiscales, fondos para gobiernos regionales y comunales, e inversión en comunidades locales e I+D.