
La tecnología del shotcrete en túneles mineros es clave para mejorar la seguridad y eficiencia en la minería subterránea. El IDIEM de la Universidad de Chile destaca su importancia como solución técnica fundamental para el sostenimiento estructural en faenas mineras.
El shotcrete, o hormigón proyectado, enfrenta desafíos técnicos que requieren un riguroso control de calidad para garantizar su durabilidad y efectividad. Claudio Olate, especialista en tecnología del hormigón del IDIEM, explica que una correcta aplicación del shotcrete es vital para la estabilidad de las obras subterráneas y la seguridad de los trabajadores.
Entre los problemas más frecuentes en terreno están la pérdida rápida de trabajabilidad, segregación de la mezcla y obstrucción en tuberías de proyección. Además, un alto rebote del material puede causar pérdidas y mayor consumo de aditivos, afectando la eficiencia del proceso.
Un shotcrete óptimo necesita una combinación balanceada de áridos, cemento y aditivos para asegurar bombeabilidad, cohesión y resistencia inicial. El control constante de parámetros como granulometría, humedad y temperatura es fundamental para el éxito del proceso, enfatizan desde IDIEM.
Las pruebas de laboratorio y ensayos en campo son esenciales para validar la mezcla antes de su uso. Evaluaciones de docilidad, resistencia mecánica y durabilidad permiten asegurar que el shotcrete cumpla con los altos estándares técnicos requeridos en minería.
Durante el Mes de la Minería, IDIEM reafirma su compromiso con la innovación y calidad técnica, aportando soluciones que fortalecen la seguridad y eficiencia en la minería subterránea chilena a través de tecnologías como el shotcrete.
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