La Compañía Minera CCL presentó al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) una consulta de pertinencia para la construcción y operación de un Centro Logístico de Almacenamiento y Bodegaje en el barrio industrial La Negra, en Antofagasta. La iniciativa considera una inversión de US$ 500 millones y busca convertirse en un punto clave para el almacenamiento y distribución de materiales destinados a la industria minera.
El proyecto contempla la construcción de un recinto de 200.000 m², completamente cercado y dividido en áreas funcionales. La empresa detalló que su propósito es “almacenar y bodegar distintos tipos de cargas para la industria minera de la región de Antofagasta, las cuales serán acopiadas de manera transitoria en nuestro sitio”. En total, se proyecta el almacenamiento de hasta 48 toneladas mensuales de materiales no peligrosos, incluyendo productos metálicos, maquinaria, equipos industriales y chatarra ferrosa y no ferrosa, excluyendo sustancias contaminantes, combustibles y productos alimentarios.
El centro contará con canchas de almacenamiento a intemperie, construidas con material compactado y estabilizado de 20 cm de profundidad para asegurar la organización de los materiales. Además, se pavimentarán las vías de tránsito de vehículos y maquinaria pesada para evitar la dispersión de polvo. Como parte de su infraestructura, se instalarán oficinas administrativas modulares con espacios destinados a reuniones, cafetería y baños, construidas con chasis de acero soldado y paneles SIP sobre apoyos de hormigón armado.
En términos operativos, el proyecto seguirá un flujo estructurado que garantizará la trazabilidad y seguridad de los materiales. La empresa explicó que “el proceso comienza con la recepción de carga por parte del cliente, seguida por una inspección detallada y, si es necesario, un proceso de pesaje antes de su almacenamiento en áreas designadas”. Posteriormente, los materiales serán preparados para despacho, verificando nuevamente la documentación antes de su salida del recinto.
Medidas ambientales y abastecimiento
Si bien la minera sostiene que el proyecto no generará impactos ambientales significativos, ha considerado diversas medidas de mitigación. Entre ellas, destaca el riego de vías internas dos veces al día con agua salada, lo que permitirá reducir en 10% la emisión de partículas en suspensión. Asimismo, el mantenimiento periódico de los equipos buscará disminuir las emisiones contaminantes, con inspecciones semestrales que permitirán “abatir un 5% los gases de combustión generados por los equipos”.
En cuanto a la gestión de residuos, la compañía aseguró que los desechos generados serán retirados por empresas especializadas y depositados en lugares autorizados. Respecto al abastecimiento de servicios básicos, el suministro de agua potable se realizará a través de camiones aljibes, almacenada en dos estanques de polietileno de 15 m³ cada uno, mientras que las aguas servidas serán tratadas en fosas sépticas con sistema de drenes de infiltración.
Evaluación ambiental y plazos del proyecto
Como parte del proceso, la empresa solicitó al SEA la confirmación de que el proyecto no requiere someterse a una evaluación de impacto ambiental, argumentando que el centro no se ubica en zonas protegidas ni maneja sustancias peligrosas, explosivas o contaminantes.
Se proyecta que la construcción del Centro Logístico CCL comience en junio de 2025, mientras que su operación iniciará en septiembre del mismo año. La empresa estima que el centro se mantendrá en funcionamiento hasta 2125, momento en que se procederá a su cierre con el retiro de estructuras, la limpieza del terreno y la restauración del área utilizada.
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